Este momento de incertidumbre, jamás en mi vida, pensé atravesarlo. No es solo una cuestión de dudas si no que va mucho más allá de eso. Las palabras hieren, rajan la piel de la manera más dañina y causan confusión y dolor en mí.
Me resulta muy extraño vivir esto y, sin embargo, confío que, si soy yo quien lo vive, es porque estoy preparada para atravesarlo. Sola o acompañada, da igual. A esta altura, creo que nadie puede decirme qué hacer mejor que yo, incluso en este estado atónito en el que me encuentro.
La incomprensión desde ambos lados del juego me avasallan. Solo los espectadores me alientan y encima, sus murmullos son casi ineficaces.. ninguno me dice lo que necesito para esta pelea que, desde mi punto de vista, está perdida. Y digo esto, más que nada, porque no se qué sería ganar en esta pelea. No se si es: perder ambas partes o elegir una de ellas. Desde ya, queda absolutamente descartado que ambas partes ganen.. Claramente, no hay unión posible, no hay CONSENSO, ni siquiera por MI BIEN.
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