Todo el mundo encuentra placer en algo. Lo que más me gusta, sobre todas las cosas del mundo, es leer. Para muchos resulta aburrido, incluso algunos lo creen una pérdida de tiempo. Me atrevo a decir que los que creen eso es porque no saben leer. Esta acción va mucho más allá de captar palabras, descifrarlas, es mucho más complejo. Qué puedo explicarle a alguien que no sabe meterse en la piel de un personaje, que no sabe lo que es sufrir con ellos, lo que es imaginar cada cosa descrita.
Cada vez que abro un libro estoy con mi mente en blanco. Una vez que leo la primera palabra, ya nada es lo mismo. Poco a poco se va formando el paisaje, luego en él aparecen los detalles, y así voy recreando ese mundo que alguien logró plasmar en palabras. Es increíble el poder que tienen. Algunos con el don de la pintura pueden mostrarte un mundo... Bueno, este poder también lo tiene la escritura. Y sí, también me encanta escribir, pero como el placer de leer no encontré otro igual. El mundo puede caerse y yo estar leyendo. Qué importa si ya no estoy en mi mundo. Mientras leo puedo sentirme en un castillo, puedo estar en una tierra post apocalíptica o en cualquier parte del mundo, da igual. Sólo sé que no estoy en mi ámbito, sino en la historia. Y puedo no identificarme con el personaje, quizás no haya nada que nos una, pero puedo entenderlo, puedo vivir su historia. Para mi, la lectura es magia. Es convertirse en algo más, en algo que no está al alcance de lo físico. Para mi, no existe nada mejor que leer.
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