Él no le prestó atención, típico hombre fiel. Ella le sonreía y le habría gustado una historia paralela si no hubiera estado en una situación tan especial.
El tiempo pasa y las historias cambian. En algún momento se les iba a dar. Sin estar atados a nadie, iban a encontrar el momento indicado para iniciar ALGO. Y ese día llegó.
Ella creyó que no sería la afortunada. Él pensó que ella era inalcanzable. Pero hay algo que existe en todas las historias de amor. Siempre hay uno o dos ayudantes del destino que crean el momento perfecto. Y así fue como ambos descubrieron la conexión que había. Se podía sentir, se podía ver, incluso desde lejos.
Recuerdo haber visto su primer beso. No había forma de separarlos. Estaban unidos pero porque esa era una buena combinación. Era mucho más que algo físico o eso creí ver.
Cuando un beso no termina es por algo y cuando en el medio se frena para sonreir, también eso esconde un significado. Quizás todavía no sea amor. Quizás no se pueda continuar la historia, pero prometo seguirlos muy de cerca. Y, si el destino no coopera, convertirme en una de esos ayudantes secretos del destino porque creo que esta fue una buena fusión.
domingo, 31 de agosto de 2014
DESTINO
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