Nos arriegamos a vivir, todos los días, una nueva aventura. Quizás sería más fácil dejarlas atrás pero... La búsqueda de una sonrisa, de unos ojos tiernos, unos brazos donde descansar nos impulsan constantemente en ese utópico y cansador viaje.
Las puertas se abren y se cierran. Se rien de verme intentar pero eso ya no importa. Cuanto más trabada esté, más ganas voy a tener de abrirla. Tranquilo... conmigo no hay aventuras demedidas, causas perdidas, puertas cerradas. Siempre va a haber un más allá donde buscar, y definitivamente, terminar.
domingo, 9 de junio de 2013
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