lunes, 4 de octubre de 2010

UNA VIDA SIN VOS

Nunca nadie se detuvo a decirme qué es lo que hay que hacer cuando se pierde el sentido de tu vida. Nunca nadie me dijo como seguir adelante en los momentos difíciles. Y sin embargo siempre había alguien alrededor que podría haberme ayudado. Hoy, no tengo nada y todos intentan aconsejarme, pero no entienden. Este dolor no se borra. No hay vuelta atrás.


A veces las sensaciones simplemente ocurren.
Te vi la noche anterior. Pasamos uno de los mejores momentos de nuestras vidas. Estuvimos hasta tarde juntos, si, exactamente eso. JUNTOS. No quería que te fueras de mi casa. Mucho menos de mi vida.
Ese beso en la puerta fue distinto y yo lo sabía. Fue tan hermoso, un choque de emociones. También sabía que estabas conmigo, pero una tristeza me embriagaba. Nuestros cuerpos eran uno en un beso interminable. Y después con una sonrisa te marchaste gritándome “TE AMO”. Te contesté lo mismo. Si hubiera sabido nuestro futuro, supongo que mi respuesta hubiera sido otra. Tal vez un poco más sentida o un poco más trabajada. O tal vez un simple TE AMO estaba bien.
Aquella mañana tenías que ir a ese edificio. No lo conocías, pero tenías que ir, querías encontrar un trabajo antes de empezar la facultad. Y justo fue ese lugar, justo a esa hora.
Creo que nunca voy a olvidar el presentimiento de que algo malo iba a pasar. Me levanté con una sensación de ahogo de la cama. Era una presión en el pecho, como si tuviera un agujero, viste cuando sentis una mezcla de hambre y aungustia, bueno, algo así. Estaba segura que era por vos por quien lo tenía. Te llamé, pero tu teléfono estaba apagado. Seguro ya estabas en el edificio, más precisamente en la entrevista.
Continué intentando hacer a un lado ese vacío en mi. Y fui a desayunar. Rutinaria la mañana, ya sola en mi casa, encendí la tele. Nada interesante, nada que me hiciera sentir completa en un dia tan raro.
Y tembló el suelo. Un sonido fuerte. Más que fuerte. Ensordecedor, se escuchó. Una explosion, un derrumbe. Algo por el estilo. Y lo supe. Nunca más te volvería a ver.

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