martes, 10 de julio de 2012

Dos caminos, quizás tres. Destino, uno solo: LA FELICIDAD.
CAMINO N°1: Es un largo sendero, digamos que interminable por una cuestión de sangre. Es casi imposible despegarse de él por más que muchas veces lo mejor sería alejarse. Es un camino en el que hay amor de verdad, indispensable para la vida, pero no el único necesario. Un amor protector como juzgador y pretencioso, un amor del que no se puede escapar. Un infinito lazo a una felicidad eterna pero no completa.
CAMINO N°2: Es de tránsito poco preciso, difícil. Quizás sea el que me haga feliz la mayoría de las veces, pero ciertamente es el que más me aleja del camino N°1, o sea, me aleja de ése camino del cual es poco aconsejable separarse. Si bien el N°2 puede darme todo lo que quiero, estoy segura que en él la felicidad completa, tampoco está. Y si bien, si me alejo de este camino, lastimo a alguien, ese alguien también me lastimo a mí. Pero... mi pregunta es ¿Es una cuestión de venganza la decisión de separarme de él?
CAMINO N°3: Si los dos anteriores era malos, creo que este es el peor pero el que más esperanzas podría darme. En este camino, no se por donde estoy yendo, con quién me estoy metiendo, solamente se que es de felicidad momentánea pero completa. Y digo esto porque quizás en el primer tramo del recorrido me duela el alejamiento del camino N°2, pero en definitiva el primero siempre va a ser el primero y el tercero me permite transitarlo al mismo tiempo y hasta quizás, estos dos caminos podrían encontrarse.

Quién sabe cuál me conviene? Creo que nadie y mucho menos, yo. Y en definitiva, esto me lleva la fucking pregunta de si existe una felicidad: completa, eterna y feliz. COME ON! QUE COMIENCEN LAS APUESTAS!

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