martes, 16 de enero de 2018

"Y de repente te das cuenta que todo ha terminado. Ya no hay vuelta atrás, lo sientes, y justo entonces intentas recordar en qué momento comenzó todo y descubres que todo empezó antes de lo que pensabas... Mucho antes... Y es ahí, justo en ese momento, cuando te das cuenta de que las cosas solo ocurren una vez y por mucho que te esfuerces, ya nunca volverás a sentir lo mismo, ya nunca tendrás la sensación de estar a tres metros sobre el cielo." -3MSC

miércoles, 10 de enero de 2018

Y, un día, te das cuenta de que esa persona es la correcta.
Te das cuenta cuando no solo querés pasar con ella todas tus alegrías, sino también todas tus tristezas.
Te das cuenta cuando querés que sea ese aplauso festejándote y ese abrazo en el que esconderte.
Te das cuenta cuando en las palabras se dicen todo y en los silencios también.
Te das cuenta, simplemente, te das cuenta de que esa persona es la correcta.

jueves, 28 de diciembre de 2017

Hoy vi lo que podrías ser vos. Vi lo que ya es él. Estás en ese camino, un camino que para mí no tiene salida y me engaño constantemente, día a día, por una estúpida sonrisa.
No es nada nuevo en este mundo. No es nada nuevo, pero yo no lo quiero. Sin embargo, solo tengo tu libertad, tu "yo hago lo que quiero". Lamentablemente, la vida me muestra que o es lo que querés y yo soy una tarada o, en definitiva, no hacés lo que querés. Y creeme, habiéndote visto como te vi, sé que es lo primero.

jueves, 23 de noviembre de 2017

Los sueños son una forma de escapar de la realidad. A veces, me sueño amada, me sueño entendida, me sueño aceptada. ¿Por qué será?

martes, 14 de noviembre de 2017

Desgastada. Se erosiona poco a poco mi alma. Se va, se pierde. Nunca alcanza, todo es nada.  No me culpen si evado mi ser, si pido que me dejen de soñar. Estoy cansada. Cansada de la manera en que se te curva la espalda, los hombros se te juntan y la cabeza conoce tu pecho. Cansada, como si sostuviera el mundo. Cansada como un dolor que te paraliza en el medio del cuerpo, el llanto ahogado y un abrazo que no llega. Cansada. Cansada de necesitar a alguien y solo tener reproches. Cansada de que cada vez que me muestro débil, aprovechen para golpearme más fuerte. Cansada. No quiero más nada. No quiero soñar, ni vivir. No quiero respirar si esto va a ser así.

Siempre fui, soy y seré poco para todos. Nunca alcanza, todo es nada.

lunes, 9 de octubre de 2017

Consumo. Lo necesito para seguir. Las manos me tiemblan. Me miro en el espejo y me ahoga el reflejo que veo. Las ojeras ya son mías, la sonrisa de la Mona Lisa.
Consumo. No resisto el peso del mundo. Como en mi sueño, me vuelve a aplastar. No resisto.
Consumo y la sensación de angustia está ahí. Sé que está expectante para salir, pero no puede, porque la até con sustancias. Sustancias que calman la angustia, pastillas para olvidar y un poco de melancolía que mezclar.
Ahora los presos somos dos: mi cerebro y yo. Él no siente y eso es lo que quiero. Gobernada como siempre. Si no es la rutina, es la vida, pero siempre es algo.
Consumo. Leo la receta para perderme la vida. 
Consumo. Consumo para callar a mi cerebro. Consumo para callarme a mí. Consumo para escapar en presencia.
Pero no entiendo cómo sedar mi corazón. Consumo. No lo logro. Consumo otra vez. Tampoco. Maldita la hipocresía de la medicina. El único dolor que mata en vida y sigo sin curar.
Mientras tanto, consumo.