martes, 14 de noviembre de 2017

Desgastada. Se erosiona poco a poco mi alma. Se va, se pierde. Nunca alcanza, todo es nada.  No me culpen si evado mi ser, si pido que me dejen de soñar. Estoy cansada. Cansada de la manera en que se te curva la espalda, los hombros se te juntan y la cabeza conoce tu pecho. Cansada, como si sostuviera el mundo. Cansada como un dolor que te paraliza en el medio del cuerpo, el llanto ahogado y un abrazo que no llega. Cansada. Cansada de necesitar a alguien y solo tener reproches. Cansada de que cada vez que me muestro débil, aprovechen para golpearme más fuerte. Cansada. No quiero más nada. No quiero soñar, ni vivir. No quiero respirar si esto va a ser así.

Siempre fui, soy y seré poco para todos. Nunca alcanza, todo es nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario