viernes, 20 de junio de 2014

Existe un momento en la vida en el que uno comienza a plantearse el por qué de las cosas. Por qué suceden determinados hechos. Por qué se cruzan ciertas personas en nuestros caminos. Por qué sabemos que el día que nacimos y por qué no sabemos qué día nos vamos.
Me pregunto para qué vinimos a este mundo si ya no quedan hazañas que cumplir, si los héroes ya cayeron, si el honor no vale nada. Me pregunto cuál es mi misión..¿Tendré una? Me pregunto cuándo fue el momento en el que el miedo se pego a nuestras almas, no sé que hubiera sido de todos nosotros si hubiéramos sufrido de verdad. Hoy en día uno cree que su vida es una lucha por trabajar 9 horas, piensa que se merece un premio por estudiar, por ser cabeza de familia y por tantas otras cosas. Pero... Yo me pregunto: ¿Quién se acuerda de los verdaderos héroes, quién se acuerda de los verdaderos luchadores? ¿Quién se acuerda de los que la pelean de verdad ahora? ¿Quién se acuerda de los que la pelearon en las guerras de las cuales no pasaron ni cien años? ¿Quién se acuerda del pasado? A veces, lo único que hacemos es pensar en el futuro, pero por qué dejar de lado lo importante del pasado. Por supuesto, hay cosas que dejar atrás, pero siento cierta incomodidad al olvidar lo que pasó.
Quizás ya no es tiempo de cerrar los ojos. Quizás sea tiempo de mirar al pasado como un libro del cual aprender para animarnos a vivir este regalo presente que el futuro nos preparó.

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